“La Venecia del norte”, “La Palmira del norte” y la “capital cultural de Rusia” son algunos de los nombres relacionados con San Petersburgo, la segunda ciudad rusa en importancia y población.

Situada en el noroeste del país, en la costa del mar Báltico, San Petersburgo siempre ha tenido significación estratégica para Rusia.

Fue fundada en 1703 al reconquistar Rusia la salida al mar de Suecia bajo el reinado de Pedro el Grande, quien así reforzó la presencia de Rusia en esa región, abriendo al mismo tiempo una “ventana a Europa”.

Para el desarrollo de la ciudad, el emperador Pedro I se inspiró en Venecia y prohibió los puentes permanentes sobre el río Neva para que se asemejara al Gran Canal, y también en Ámsterdam, promoviendo la construcción de canales en las calles.

Desde la puesta en marcha del proyecto los arquitectos e ingenieros más valiosos se involucraron en el desarrollo de la ciudad. Además de los rusos, dejaron ahí sus huellas arquitectónicas representantes de Suiza, Italia, Francia y otros países.

Se puede apreciar la influencia de la arquitectura italiana en el siglo XVIII y en menor grado de la francesa. En la ciudad se construyó un gran número de monumentos y conjuntos de arquitectura barroca y neoclásica.

Ampliamente conocidos son la Plaza del Palacio, con el Palacio de Invierno y el edificio del Estado Mayor; la catedral de San Isaac y la catedral de Nuestra Señora de Kazán; el Almirantazgo y el cabo de la isla de Vasílievski.

Entre los símbolos de San Petersburgo figuran las esfinges del malecón de la Universidad, el monumento a Pedro I ("El Jinete de Bronce"), el Instituto Smolni y el crucero “Aurora”, que hizo el disparo que sirvió de señal para el inicio de la Revolución de Octubre.

San Petersburgo destaca por sus “noches blancas” en mayo y junio, cuando el sol apenas se pierde bajo el horizonte.

El centro histórico de San Petersburgo ha sido designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

 

EL CASCO ANTIGUO

 

El recorrido comienza por la primera construcción que mandó construir el zar Pedro I, la Fortaleza de Pedro y Pablo como defensa ante los ataques de la tropa sueca que dominaba en el Mar Báltico. Esta fortaleza está ubicada en el centro del casco antiguo sobre una isla pantanosa en el río Neva. Su diseño, que se adapta perfectamente a la forma de la isla, cuenta con seis murallas cuya altura máxima es de 12 metros y seis bastiones. Para penetrar en ella se debe cruzar el Puente de San Juan que da paso a la Puerta de San Juan y ésta a su vez a la Puerta de San Pedro, la entrada principal al recinto. Una vez en el interior a la izquierda, se encuentra el bastión del zar, el cuerpo de guardia; detrás de él se levanta la Puerta del Neva y el embarcadero del comandante desde el que cada mediodía un cañón hace un disparo y la residencia del comandante de la fortaleza; y, a la derecha, el bastión Mensikov, el taller de artillería y la casa de los ingenieros.

En la gran explanada situada en el centro de la Fortaleza se ubica la Catedral de los Santos Pedro y Pablo, diseñada por Trezzini cuyos bocetos se siguieron a la hora de reconstruirla tras el incendio que la destruyó en 1756. En el exterior destaca la torre de 122 metros rematada por una aguja que sostiene una esfera con un ángel que sostiene una cruz obra de Rinaldi y el reloj holandés que cada seis horas toca el himno nacional. En el interior sorprende la presencia de un púlpito ya que las iglesias rusas no suelen contar con este elemento. Destacan el iconostasio con iconos de Merkulev con temas que se salen de los típicos ortodoxos, las Tumbas de los Romanov, un total de 32, elaboradas en su mayoría con mármol blanco entre la que destaca la de Pedro I siempre adornada con flores frescas y el Museo Histórico de la Fortaleza situado en una capilla añadida en 1906. En la explanada de la Catedral también se pueden visitar la Casita de la Barca y la Ceca que contiene una excelente exposición de numismática.

A espaldas de la Ceca se encuentran dos antiguas cárceles, la Cortina de Catalina y el Bastión de Trubeckoj, de fama siniestra por las torturas que allí se imponían a los presos políticos.

Traspasando la Puerta Vasilevskiy se llega al Parque Lenin, ubicado en la isla de Petrogrado. En su interior, a parte de disfrutar de un espacio verde realmente encantador se puede disfrutar con el Zoológico, el Planetario, el Arsenal, sede del Museo Histórico-Militar de Artillería, Ingeniería Militar y Comunicaciones Militares con una colección de armas que van desde el tiempo de los escitas y sármatas hasta la Segunda Guerra Mundial.

San Petersburgo cuenta, además, con otros puntos de interés como la Plaza de la Revolución en la que se encuentran la Casa de la Bailarina, de estilo liberty, sede del Museo de la Gran Revolución Socialista de Octubre; y la Gran Mezquita, que imita a la de Gur de Samarcanda con dos minaretes y una cúpula de azulejos de cerámica.

El Malecón Petrovskiy, quizá la parte más bella de la isla, desde la que se disfruta un paisaje impresionante y se puede visitar el edificio más antiguo de San Petersburgo, la Casita de Pedro I.

Bajando por la orilla del río se llega a la Academia Naval Nachimov frente a la que está atracado el Crucero Aurora, barco que inició el asalto al Palacio de Invierno derribando de una cañonazo sus puertas en la revolución de 1917. La avenida principal de la isla es la Kirovskiy prospekt en la que se pueden admirar diferentes palacios de gran belleza. En sus cercanías se encuentra el Museo de la Historia del Teatro Musical Ruso, la Aptekarskiy ostrov y la Isla de los Farmacéuticos, en la que se encuentra el Jardín Botánico que cuenta con un herbolario con más de 5 millones de hojas.

Saliendo de Petrogrado por el Puente de la Libertad se llega a Vyborg, el barrio más industrial de San Petersburgo. En su interior se encuentra el Club 1 de Mayo, en el que se exigió la toma del poder por los soviets el 1 de mayo de 1917; la Academia de Medicina Militar cuyos cimientos son de troncos de madera clavados en el suelo; la Estación de Finlandia, estación a la que llegó Lenin procedente de Alemania en abril de 1917 y el Cementerio Conmemorativo de Piskarevo en el que están enterradas el casi medio millón de víctimas del asedio de más de dos años sufrido por San Petersburgo durante la Segunda Guerra Mundial y que acoge el Museo del Sitio de Leningrado.

De nuevo en el centro del casco antiguo, la Plaza Dvorcovayja ha sido el centro de los acontecimientos históricos más importantes de San Petersburgo. Para contemplarla en su totalidad un buen lugar es desde el Arco del Triunfo construido por Carlo Rossi. Justo enfrente, se encuentra el Palacio de Invierno, residencia de los zares durante dos siglos siendo uno de los cinco edificios en los que actualmente tiene su sede el museo más grande del mundo, el Ermitage.

 

EL ERMITAGE

 

 

La colección de arte empezó a recopilarse por orden de Catalina II en el Pequeño Ermitage en 1767. El volumen de la muestra se elevó de tal manera que fue necesaria la construcción de otro palacio para acogerla, el Antiguo Ermitage. Nicolás I continuó la obra de la zarina con una nueva construcción, el Nuevo Ermitage. También se utilizaba el Palacio de Invierno con tal fin. Este impresionante museo se abrió al público en 1852 y en la actualidad cuenta con 2.700.000 obras que se exponen en 420 salas de unos 24 kilómetros.

 

PLAZA DE SAN ISSAC

 

 

Después de haber disfrutado con el mayor museo del mundo y de nuevo en la Plaza Dvorcovaya, resalta el Almirantazgo, rematado por una aguja dorada se puede ver desde cualquier punto de San Petersburgo y que acaba en una veleta en forma de carabela rusa. Este edificio, reconstruido en varias ocasiones, cuenta con un impresionante conjunto escultórico en el exterior y es la sede de la Escuela Superior de la Marina de Guerra. Tras disfrutar con el conjunto artístico-arquitectónico de la Plaza se puede descansar en el entorno agradable y de gran belleza del Jardín Gorki para reemprender la ruta por la Plaza de los Decembristas en cuyo centro se halla la estatua ecuestre de Pedro I conocida como El Caballero de Bronce, con 1600 toneladas de peso. También en esta plaza se encuentran el Palacio del Senado y el Palacio del Sínodo. En los alrededores destacan otros dos palacios, el Laval sede del Archivo Histórico de Leningrado y el Voroncov-Daskov descrito en la famosa novela de Tolstoi "Guerra y Paz".

De la Plaza de los Decembristas a la Plaza de San Isaac en la que se encuentran importantes edificios como el Museo de los Instrumentos que conserva los pianos de Korsakov y Rubinstein además de hacer un recorrido por la música rusa; la Central de Correos; el Museo Postal Popov con una exposición de más de 3 millones de sellos; el Palacio Naryskin construido por Rinaldi en 1760; y destaca, sobre todo, la Catedral de San Isaac, el mayor edificio religioso de San Petersburgo. En sus orígenes fue construida una pequeña iglesia por Pedro I en madera y fue edificada con el aspecto actual por Montferrand de 1819 a 1858. Sus cimientos están basados en 24.000 troncos clavados a la tierra, tiene cuatro impresionantes portadas con 112 columnas de granito rojo finlandés y una cúpula dorada de 102 metros rodeada por cuatro campanarios. En el interior 14.000 personas pueden seguir el culto religioso para después admirar el impresionante iconostasio de malaquita y lapislázuli, el péndulo de Foucault que cuelga desde la cúpula central y subir los 562 escalones hasta la columnata de la misma desde la que se ve un impresionante paisaje del Golfo de Finlandia.

La Plaza de San Isaac continua a través del Puente Azul de más de 100 metros de anchura. Una vez cruzado el puente se llega al Palacio Mariinskiy construido por Stakenschenider en 1844.

 

CATEDRAL SAN SALVADOR SOBRE LA SANGRE

 

 

Es la catedral más pintoresca de San Petersburgo, también conocida con el nombre de la Catedral de la Resurrección. Es una de las joyas de la arquitectura rusa de finales del siglo XIX – inicio del XX. Fue construida por el arquitecto ruso Parland en el año de 1907, en el lugar donde en marzo de 1881 fuera asesinado el zar Alejandro II. Este zar entró en la historia rusa porque en 1861 liberó a los campesinos de la esclavitud, razón por la que se le conoce como el "zar liberador".

La catedral destaca por sus 300 mosaicos únicos que se encuentran en sus paredes internas (con más de 12.00 matices de colores), más de 20 especies de mármoles traídos de diferentes lugares de Europa y cantidades importantes de piedras semipreciosas rusas.

Durante la época soviética estuvo cerrada (desde 1930 hasta agosto de 1997). Ha sido restaurada durante los últimos 27 años. Su estilo pertenece al de la arquitectura rusa del siglo XVII. Se sitúa en la orilla del canal Griboédov, a 100 metros de la Avenida Nevsky.

 

NEVSKI PROSPEKT (la Avenida Nevsky)

 

 

La Avenida Nevski es el centro de la vida de San Petersburgo. Une el Almirantazgo con el Monasterio de Aleksandr Nevski. A lo lago de sus 4 kilómetros y medio se encuentran, entre otros, el Glavieningradstroy, en donde se estudia el trazado de la ciudad, el Palacio de los Dux de estilo veneciano y sede de Aeroflot, la Casa de las Artes, el Café de los Literatos, ambos construidos por Stasov, el Palacio Stroganov, la Iglesia Holandesa, copia del Mausoleo Diocleciano de Split, el Templo Luterano de los Santos Pedro y Pablo construido por Briullov en 1852 y la Dom Knigi, la mejor librería de San Petersburgo.

Enfrente de la librería se ubica la Plaza Kazanskaja en la que está situada la Catedral de Nuestra Señora de Kazan en la que se celebraban los matrimonios reales. Construida por un siervo de la gleba convertido en arquitecto, Voronichin, de 1801 a 1811, fue construida por entero con materiales rusos por exigencia de Pedro I. En la plaza también se encuentra el Instituto de Finanzas y Economía y un poco más alejada la Duma Municipal diseñada por Quarenghi.

Continuando por la Avenida Nevski encontramos la Filarmónica de San Petersburgo, la Iglesia de Santa Catalina, jesuítica, la Casa de los Mercaderes de 1761, el Palacio de los Pioneros de San Petersburgo, y los teatros de las Marionetas y de la Comedia. Muy cerca se levanta la Biblioteca Pública del Estado, la segunda en importancia de todo el Estado.

La Plaza Ostrovskogo fue diseñada por Carlo Rossi que también construyó al fondo el Teatro Pushkin y realizó el trazado de la calle que lleva su nombre, la Ulitsa Rossi, realmente hermosa, en la que se encuentra el Museo de la Historia del Teatro.

La Avenida Nevski finaliza en el Monasterio de Aleksandr Nevski. Este recinto amurallado fue mandado edificar por Pedro I en 1713 y consta de tres cementerios, el de San Lázaro, el más antiguo de la ciudad, el Tihvin convertido en parque y el Nikolskoe. En ellos están enterrados personajes representativos de la ciudad como Dostoievski, Chaikovski, Rubinstein, Rossi y Lomonov entre otros. Además de los cementerios, el Monasterio cuenta con siete iglesias entre las que destacan la Catedral de la Trinidad construida por Starov de 1776 a 1790, la Iglesia de la Anunciación sede del Museo de la Escultura Funeraria y la Iglesia de San Teodoro con las tumbas de los soberanos de Georgia.

 

RIOS Y CANALES DE SAN PETERSBURGO

 

 

Tres son los canales más importantes de San Petersburgo. En el Río Fontanka se levantan varios palacios, el Castillo de los Ingenieros, residencia de Pablo I solo durante 40 días ya que a pesar de haber sido fuertemente fortificado para evitar un atentado, el zar murió asesinado en su interior a manos de sus súbditos; el Teatro Gorki, el Palacio de la Prensa, la Escuela de Diseño V.I. Muchina, sede del museo de artes aplicadas; la Catedral de la Transfiguración de estilo barroco; el Museo del Circo, el Museo Dostoievski, y el del Artico y del Antártico. El Canal Fontanka confluye con el Anickov most, famoso por las esculturas de los Domadores de Caballos de Klodt.

El Río Mojka, parte desde el Campo de Marte, y se convierte en un agradable lugar para pasear. En el número 7 se encuentra la Casa Adamini, neoclásica; un poco más lejos se levantan las Caballerizas Imperiales; la Casa Pushkin que alberga un museo sobre la vida y obra del famoso poeta; el Puente de los Cantantes, el Palacio Yusupov de finales del XVIII, la Isla de Nueva Holanda en donde se encuentran las oficinas marítimas, la Plaza del Trabajo con el palacio del mismo nombre como máximo exponente y el Museo Histórico de Leningrado que recoge la historia de la ciudad.

El Canal Griboedov tiene un trazado más intrincado que los otros debido a que sigue el curso de dos riachuelos. En el recorrido encontramos lugares de gran belleza como la Hram Voskresenija Hristova, de puro estilo ruso con cinco cúpulas y una bóveda dorada, el Jardín Mihajlovskiy en cuyo interior se encuentra el palacio del mismo nombre, el Museo de Etnografía de los pueblos de la URSS con una exposición que recorre todas las repúblicas soviéticas, la Plaza de las Artes, diseñada por Rossi, el Palacio de la Nobleza de San Petersburgo sede de la Filarmónica Estatal, el Teatro Estatal de Opera y Ballet de Briullov, la Plaza de la Paz, repleta de tiendas y la Nikolskiy sobor, preciosa catedral de dos pisos cuyo mayor atractivo es un precioso iconostasio de Kanaev.

 

Otros puntos de interés del Casco Antiguo

 

Otros puntos de interés dentro del casco antiguo de San Petersburgo son el Palacio de Táuride con un precioso jardín dedicado a los niños, el Smolniy, conjunto arquitectónico que comprende la Catedral de la Resurrección y el Monasterio-Palacio de Smolniy, la Isla Vasilevskiy centro de la vida cultural de San Petersburgo con distintas Universidades e Institutos, las Islas Kirov, conjunto de tres islas, la Isla de los Trabajadores, la Krestovskiy y la Isla Elagin, todas con maravillosos jardines que otorgan un aspecto realmente especial a esta zona de San Petersburgo.

 

ALREDEDORES DE SAN PETERSBURGO

 

Petrodvorets a 29 kilómetros de San Petersburgo, es una antigua residencia de los zares compuesta por un parque colgante, que al principio se utilizaba como huerto y que después se convirtió en un precioso jardín conocido como el Parque Superior. Dispone de hermosas fuentes como la de Neopredelenniy, la de Neptuno, la de la Encina y la de los Estanques Cuadrados.

El Gran Palacio es realmente majestuoso. Su construcción pasó por varias etapas y arquitectos hasta que en 1745 Rastrelli le confirió el aspecto que actualmente tiene, ya que en la reconstrucción sufrida tras la Segunda Guerra Mundial se siguieron fielmente sus diseños. El exterior cuenta, en los laterales, con cúpulas doradas en forma de cebolla y tejados adornados con guirnaldas también color dorado, la fachada con 275 metros de está adornada en su parte frontal por un precioso frontón, impresionante la Gran Cascada, situada ante la entrada principal, realizada por Leblond, Braunstein, Michetti y Zemcov en los años 1715 y 1724. Cuenta con 225 esculturas de bronce de color oro y 64 fuentes.

Del estanque central de la Gran Cascada nace el Canal Marítimo, de 400 metros, que desemboca en el Golfo de Finlandia. En el comienzo del canal se levantan los Pabellones Clásicos de Voronichin, en sus tejados existe unos recipientes que hacen que caiga el agua formando una preciosa cascada. Enfrente de la Gran Cascada se encuentra la Fuente de Sansón cuyo surtidor alcanza los 20 metros de altura.

En el interior destaca la Sala de Gala con adornos de oro de gran calidad; la Sala Azul de las Audiencias cuyas paredes están forradas con seda azul; la Sala del Trono ocupa todo el ancho del palacio y está adornada con retratos de los zares y de su familia, en este salón se celebraban los bailes de gala y los grandes banquetes; el Comedor Blanco en el que se expone la vajilla de Gaenza y la cristalería de Bohemia, los Estudios chinos con porcelanas chinas y japonesas, la Sala de los Cuadros extremadamente luminosa con 368 retratos de las familias de todos los gobernadores rusos, la Estancia de las Perdices, la Sala Otomana en el que destaca el tocador de la Emperatriz de porcelana de Sévres, la Sala de los Caballeros en la que montaban guardia los centinelas ante los aposentos de la zarina, la Sala de la Corona y el Gabinete de Encina de Pedro el Grande en el que se conservan hermosos objetos personales del zar.

 

 

Desde el Palacio se accede al Parque Inferior con el Palacio de Monplaisir como uno de sus máximos atractivos. Construido por Baunstein y Leblond en los años 1714 a 1723, el sencillo exterior contrata con la riqueza desbordante de su interior en el que se encuentran estupendos frescos en la sala central, decoraciones chinas con figuras en oro con fondo negro perfiladas en rojo en la Sala de la Laca, azulejos pintados de Delf en la cocina, jarrones rusos del XVIII, y en las habitaciones del zar se pueden ver objetos personales como el gorro de dormir y la bata.

En los alrededores del Palacio se pueden ver la Orangerie, la Cascada del Monte del Tablero de Damas de Zemcov con grutas y dragones como adornos, las Fuentes Romanas, la de la Pirámide en forma de pirámide escalonada de Michetti, la Fuente del Sol con doce delfines dorados y las Fuentes de las Bromas, que mojan por sorpresa a quién desconoce su función.

Otro edificio dentro de este impresionante conjunto es el Palacio del Ermitage, especialmente famoso por los ingenios que permitían una mayor comodidad a la hora de disfrutar las veladas íntimas de la familia real. Realmente originales la mesa para 14 comensales que subía de la cocina ya preparada y bajaba una vez finalizada la comida y el elevador con un diván de dos plazas que subía al piso superior.

En el exterior del Palacio se encuentran la Cascada de los Leones de Voronichin y más alejado el Palacio Marly de estilo Luis XIV, sede de un museo que recoge piezas de arte del siglo XVIII como pinturas italianas, esmaltes de Cantón, tapices flamencos, muebles alemanes y relojes ingleses. En frente de este palacio se encuentran la hermosa Cascada de la Montaña de Oro en la que el agua desciende por escalones de mármol blanco y cobre dorado.

En los alrededores de este conjunto artístico se localiza el Parque Aleksandra compuesto de jardines ingleses que van descendiendo hasta el mar, diseñado por Menelaws en 1829 y restaurado por Stakenschneider en 1842. En su interior se halla el palacete gótico conocido como La Granja y una iglesia también de ese estilo arquitectónico. En el Cottage se recogen los libros preferidos de Aleksandra Fedorovna, esposa de Nicolás I para la que fue mandado construir el Parque y otros objetos personales.

Se pueden visitar también el Palacio Belvedere, imitación de un templo griego y el Museo de la Familia Benois, cuyos integrantes han sido grandes artistas y arquitectos que diseñaron el edificio en el que está instalado este museo.

 

Gatcina

 

 

Los alrededores de San Petersburgo tienen otros puntos de interés como Gatcina, a 46 kilómetros, en la que destaca el parque que rodea el Palacio neoclásico diseñado por Rinaldi como recinto mortificado. Este parque mezcla los estilos de los jardines ingleses con los italianos consiguiendo uno de los espacios verdes más hermosos de esta zona. El parque se extiende a lo largo de 143 hectáreas con tantos estanques y arroyos que llegan a ocupar 36 hectáreas. Además de las corrientes de agua y la exhuberancia de las plantas, esta obra de Rinaldi, cuenta con un obelisco de 32 metros, el Palacio del Priorato de la Orden de Malta, el Lago Negro, el Lago Blanco situado en el centro del Muelle del Almirantazgo en el que además se levanta el Palacio del mismo nombre, el Jardín Botánico con interesantes laberintos, el Pabellón de Venus en la Isla del Amor, la Portada Máscara, el Coto de Caza, la Selva, el Anfiteatro de 1790, el Obelisco de Cesme y la encantadora Gruta del Eco.

 

Pushkin

 

 

Pushkin es otro punto de interés situado a 27 kilómetros de San Petersburgo. Esta ciudad fue la primera del mundo que disfrutó de luz eléctrica y este acontecimiento tuvo lugar en 1887. Pushkin vivió en esta población para lograr la tranquilidad necesaria para realizar su obra, alquilando ocho habitaciones en la Casita de la Viuda Kitaeva que, actualmente, pertenece al Museo Puskin. Un poco más abajo encontramos el Instituto en el que estudió el escritor. Este edificio fue diseñado por Quarenghi en los años 1794-1811. En el jardín del Instituto se levanta la Iglesia de Nuestra Señora que acoge, como el instituto, otro museo dedicado a Pushkin con 1.400 piezas que componen la colección en la que se explica la vida del escritor y su obra. No podía faltar en este entorno la Estatua de Pushkin estudiante realizada por Bach en 1900 en conmemoración del centenario del nacimiento del poeta.

En esta ciudad se puede visitar además, el hermoso Palacio de Catalina de Rastrelli. En el exterior destaca la impresionante fachada de 306 metros de longitud; el patio de color turquesa, los tejados en plata y los capiteles y frisos en dorado, el jardín colgante, el hermoso parque, los Baños superiores y los inferiores de Neelov, el Canal de los Peces, antiguo vivero en el que se criaba pescado fresco para el consumo de los zares, el Ermitage construido por los mismos arquitectos del Palacio de Catalina y sus cocinas, situadas a la derecha del palacio. También son de interés el Almirantazgo, el Baño Turco que parece una mezquita construido por Monighetti en 1852, la Pirámide bajo la que se enterraban los perros de la zarina, la Sala de Conciertos y el Palacio de Alejandro de Quarenghi.

Esta impresionante muestra del rococó ruso no desmerece en el interior donde destacan, entre otras, la Escalinata de Honor adornada con jarrones chinos y japoneses, la Gran Sala que parece aun mayor debido a los numerosos espejos situados en las paredes, la Sala Blanca que cuenta con una preciosa estufa de cerámica de Delf. En el Comedor de Gala se puede contemplar la valiosa vajilla denominada de caza por su decoración; el Gabinete Ambar está revestido como su propio nombre indica de ámbar, la Galería de Pintura recoge una excelente muestra de pintura europea, la Habitación de los Camareros tiene el suelo de palisandro, ébano, caoba y encina, mientras que la Galería Jónica contiene bustos romanos.